En tu cocina hay un escondite cálido y oscuro. Allí prospera una
plaga silenciosa que se mueve cuando nadie mira.
Cuando la casa se apaga, la cocina se enciende para ellas. Calor
residual, migas y rincones sin luz combinan tres factores que
favorecen a las cucarachas. El resultado es un
ecosistema perfecto en el lugar menos esperado: los
electrodomésticos que usas todos los días.
El mapa del riesgo en la cocina
Las cucarachas buscan calor,
humedad, oscuridad y acceso a
alimentos. Por eso, el microondas
y el horno se han convertido en puntos calientes.
También lo son la parte trasera de la nevera, la base del
lavavajillas, los zócalos y las juntas de encastre de muebles.
Calor constante + condensación + restos de grasa=el refugio
ideal de una plaga resistente y difícil de detectar a simple
vista.
En estos aparatos hay recovecos con cables, rejillas y cavidades
de ventilación. Allí se acumulan microrestos de comida y humedad.
La noche concentra su actividad: salen cuando baja la luz y sube el
calor residual.
Señales que delatan su presencia
- Olor aceitoso y dulzón cerca del horno o el
microondas. - Pequeños puntos negros en zócalos, guías de cajones o detrás de
los electrodomésticos. - Restos de mudas y ootecas (cápsulas de
huevos) en huecos y junturas. - Manchas alargadas y brillantes en bisagras, rendijas y
rejillas. - Movimiento rápido al encender la luz de madrugada.
Si detectas varias señales a la vez, la plaga
ya puede estar instalada en cavidades internas, no solo en la
superficie visible.
Por qué el microondas y el horno se han convertido en su
refugio
Ambos aparatos concentran calor y, con
frecuencia, grasas y
condensación. El microondas
acumula migas y líquidos derramados, mientras que el
horno guarda restos carbonizados y recibe calor
prolongado que calienta plintos y laterales. La base y la zona
posterior mantienen temperaturas estables, perfectas para su ciclo
reproductivo.
Si hay calor, agua y alimento, hay riesgo. Controla esos tres
factores y reducirás la población de forma drástica.
Muchas veces no se esconden dentro de la cavidad de cocción,
sino en marcos, paneles de control, bandejas inferiores, patas y
rejillas de ventilación. Allí pueden dejar ootecas protegidas del
paso y del limpiado superficial.
